Capitulo
096. [Never Say Never♥]
No
me lo podía creer, es que no daba crédito a lo que estaba viendo.
¿De qué habrán hablado? ¿Le habrá dicho algo Manu a Justin sobre
el embarazo? Estaba impaciente por saberlo.
Yo:
¿Con Justin? Explícate.- No contesta. Escribiendo.. nada. No era
para mí. Otra vez, escribiendo.. nada. ¡Manu, contesta!
Escribiendo.. para mí.
Manu:
Me ha llamado, sólo era para saber si estaban aquí unas cosas de
Noa, me ha preguntado que tal iba todo, y ya está. No te ha
mencionado. Oye, lo siento si no contesto, esto me va fatal.- ¿Me
habrá dicho la verdad? Sí. Nunca dudaría de él. Sé que nunca me
mentiría y que puedo confiar en él.
Yo:
No te preocupes. Bueno, espero que al menos os llevéis bien, Justin
en el fondo no es mala persona.
Manu:
Claro, no es para tí que sigues enamorada de él. Para mí, es un
capullo.
Yo:
No quiero hablar de él, no merece la pena. Por cierto, no estamos
cumpliendo nuestra promesa. Mañana hace un mes que no te veo. Un
mes, y yo no aguanto.- Y se desconectó, ya sé que le iba mal, pero
no me dejo acabar, y sé lo terminé de enviar, para que lo viera en
cuanto se conectara de nuevo.- Quiero verte ya.
Suspiré,
lamentando que él no estuviera aquí conmigo. Apagué el ordenador y
me tiré hacía atrás en la cama con cuidado mientras me ponía la
música de mp4 a todo volumen, hasta que me llamara mi madre o mi
hermano para bajar a cenar. Ya me dolía la espalda, me tengo que
tumbar de lado o el poco peso del bebé acabará por destrozarme toda
la espalda. Tiene casi cuatro meses. Cuando tenga siete u ocho, ¿que
haré? Dios mio, me queda mucho por aguantar. Se acabó, la canción.
Vuelve a sonar Kelly Clarkson, Stronger. Cierro los ojos, no sé que
haría sin la música. Ahora mismo, gracias a ella me encuentro mejor
y con ganas de seguir adelante. Creo que nunca habrá una manera de
agradecerle a cada cantante cada una de las canciones con las que te
sientes completamente identificado, parece que escriben tu vida en
ellas. Y entonces me doy cuenta de algo, ellos no se salvan de los
problemas ni de los malos momentos. Ellos también son humanos que lo
pasan mal, que son como tú. Y se desahogan escribiendo canciones que
hacen que describan tus malas rachas. Algo me saca de mis
pensamientos, lo que me hace sonreír día a día.
Ben:
¡Qué llevo llamándote más de cinco minutos! Joder.- Y yo sólo
podía reír, la cara de tonto y de refunfuñón que se le pone
cuando se enfada. No podía aguantarme la risa.- Pero serás
desgraciada, encima te ríes de mí en toda mi cara, ahora verás.- Y
de pronto veo como bien corriendo y se sube encima, de mis piernas, y
empieza a hacerme cosquillas, con mucho cuidado, pero me las hace y
yo no puedo parar de reír. Es el mejor mejor hermano del mundo.
Puede que a veces sea el más cabezota del mundo, el más
desesperante y a veces tenga ganas de matarlo, pero por cosas como
éstas, por momentos como éste, le amo tanto, y ese odio se va
enseguida.
Mamá:
¡Bájate de encima de tu hermana, ya!.- Mi madre estaba en la
puerta, seguro que nos ha escuchado reír o incluso hasta chillar.-
Que le puedes hacer daño hombre..- Él se bajo enseguida de encima y
se bajo de la cama en busca de mi madre.- Bea, te esperamos abajo. No
tardes mucho que se enfría por favor.- Yo todavía seguía tumbada
de la risa y sólo pude decir un: “Sí, mamá.” Que ni siquiera
sé si llego a entender.
Me
quede por un momento más en la cama y me levanté decidida a ir a
cenar. Pero si son las nueve, no tengo ganas. Bueno, a ver lo que hay
para cenar y así como ahora o luego más tarde. Empecé a bajar las
escaleras. Que suena, suena. ¡Qué suena el móvil! Siempre igual.
Subo de nuevo las escaleras y era un mensaje. Sólo con ver el nombre
de la persona que era se me puso una sonrisa en la cara. Manu:
“Siempre cumplo mis promesas, soy un chico de palabra. ¿Me abres o
qué?” ¿Qué si le abro? Y enseguida sonó el timbre. No puede
ser, no. No me lo creo. ¿Es él? Eso es imposible.
Yo:
¡Abro yo!.- Grité como una loca mientras bajaba las escaleras, con
cuidado, siempre. Pero ahora mismo sólo quería saber quién estaba
detrás de la puerta. Y abrí, estaba él. No puede ser, no me lo
creo. Sin pensármelo dí un pequeño salto, pasando mis piernas por
detrás de su cadera y él me cogió enseguida.- Manu..- Llegué a
poder susurrar y ni siquiera sé como, no me lo podía creer.- No
vuelvas a hacer esto nunca más. Me puede dar un paro cardíaco al
verte en la puerta.- Empecé a darles besos por la mejilla, no me lo
podía creer, es que no llegaba a asimilarlo.
Manu:
¿Tú no cambias no? Sigues igual de exagerada.- Dijo mientras me
bajaba.- Espero que haya sitio para mí, aunque sea en el sofá, esto
de presentarse así de pronto tiene sus inconvenientes.- A la mierda,
yo todavía no me lo creía y le volví a abrazar.- He echado de
menos esos abrazos y prontos que te dan.
Yo:
Yo te he echado de menos a tí, todo en general. Ah, ya venga.- Me
separé de él, cogí una pequeña mochila que tenía y la deje caer
encima del primer escalón de las escaleras.- ¡Mamá, tenemos
visita!.- Y el tontorrón de mi hermano vino corriendo de la cocina a
ver quién era después de escuchar la última palabra.
Ben:
¡Manuuuuuuuuuuuuu!.- Y salió en su busca, Manu le cogió en el aire
y dio varias vueltas.
Manu:
Enano, que se te echaba de menos.- Dijo mientras le bajaba y le
revolucionaba todos los pelos.- Encantado señora, soy Manu.- Dijo
mientras le daba la mano a mi madre que salió de la cocina para ver
quién era. Noté como Manu se moría de la vergüenza. Él era así.
Cuando estás con él, puede que se le vaya la pinza, que haga el
tonto como él que más, pero a la hora de hacer algo, siempre saca a
la luz toda su timidez.
Entramos
en la cocina, mi padre no estaba, todavía seguía trabajando. Y por
una parte se lo agradezco. Mi madre terminaba de hacer la cena
mientras que yo ayuda a ponerlo todo. Manu hacía el tonto con mi
hermano y riendo, así no molestaban ninguno de los dos. Uno por
pequeño, y al grande por hacer el tonto. La verdad, creo que mi
madre por un momento era feliz. Sonreía como nunca lo había hecho
antes, hacía el tonto con la música puesta y se unía a cualquiera
de las conversaciones que teníamos. La cena fue bastante bien. Manu
me contó como le había ido en las últimas competiciones que ha
tenido, mi madre le preguntaba cosas, y él respondía con una
sonrisa en el rostro intentando caerle bien, pero no hacía falta,
después de todo lo que le había contado a mi madre de él. Mi madre
le adoraba.
Mi
hermano acabo un poco antes de su cena y mi madre le obligó a irse a
la cama. Se despidió de nosotros y se fue directo. Mi madre no dejó
que le ayudáramos a terminar de recoger, así que Manu y yo nos
fuimos directos a mi habitación. Entramos y dejé sus cosas al lado
de mi armario.
Manu:
Cuánto antes nos acostemos mejor. Mañana te espera un gran día.-
Dijo mientras se tiraba boca abajo en mi cama con los brazos
abiertos.
Yo:
Ah ¿sí? ¿Y se puede saber por qué?.- Dije mientras me tumbaba de
lado observándole, él se dio la vuelta y quedamos uno frente al
otro.
Manu:
¿No te acuerdas que te prometí que nos escaparíamos a la playa?
[Continuará..]
Pues
Manué, te vas a tener que esperar al siguiente para saber el motivo
de por cuál te pedí la canción.
SJDFBSIOUDFS
Esto promete, sólo digo eso.
Pedid
el siguiente por favor. Os quiero.